martes, 24 de noviembre de 2015

Seré tu cable a tierra

Seguro que estáis hartos de escuchar que hay que dormir ocho horas. Que es su secreto de belleza, dicen las caras bonitas cuando las entrevistan, mientras tratan de sostener su mentira con su sonrisa Profident y su movimiento de pelazo. Pues no sé si será o no el secreto, pero, estrictamente yo duermo más que la media, y mis ojeras, que no hacen sino acentuarse, no hacen precisamente un favor a mi careto matutino.

Supero con creces las ocho horas de sueño, si sumo las mías y las de mis pacientes: soy anestesista (bueno, estoy en ello). Pero no: en realidad, ni las guardias ni esta vida caótica que he escogido me dejan dormir tanto. 

Algunos ya me conocéis. Otros llegaréis aquí por casualidad, o no. Los viejos amigos, y los recién llegados, todos estáis invitados a quedaros. 

No me recuerdo años atrás sin la compañía de un cuaderno y de algo que leer. Así que, desde que supe de la ventana comunicativa que me brindaba el mundo dos punto cero, he ido dejando mi huella por el ciberespacio, primero en los ya vintage My space y Fotolog, y después en mi querido Dear Little Littmann, que empecé en quinto de carrera con el firme y nunca cumplido propósito de tener una bitácora al uso del día a día de una estudiante de Medicina, y que al final no ha sido sino la vía de escape de este proyecto de anestesióloga. 

Con Cuando estés en vena pretendo seguir compartiendo historias de MIRvida, con y sin propofol de por medio, tener un cable a tierra que me ancle lo imprescindible al suelo. Teniendo en cuenta mi naturaleza contradictoria, metódica y a la vez caótica, en esta mudanza no puedo prometer nada más que algunas historias y buena música. Porque yo sólo sé que duermo algunas historias y sueño con escribir otras. 

Bienvenidos :)

"Cuando estés en vena acuérdate de mí, 
trataré de ondear mi bandera.
Seré tu cable a tierra, 
daremos una vuelta por ahí.."